La lactancia materna protege de las infecciones respiratorias y ayuda al correcto desarrollo del sistema inmunológico. Si es posible, amamanta a tu hijo o hija de manera exclusiva (sin agua, jugos u otros alimentos) por lo menos hasta los 6 meses y de manera complementaria a otros alimentos hasta los dos años. Más información aquí.
Protégete del contacto con personas infectadas, evita aglomeraciones y llevar a los niños/as al mall, cine u otros espacios que operan como “caldos de cultivo”. Pide a las personas enfermas que ojalá no visiten hogares donde hay niños/as pequeños/as.
Lava las manos de los niños/as y tuyas en forma frecuente, enseña a niños/as a estornudar ocupando el codo y no sólo las manos, limpia juguetes y evita el uso de aquellos que acumulan virus y bacterias, como los peluches.
Cumple tu calendario de vacunación y controles de salud. Las vacunas evitan enfermedades o hacen que los síntomas sean más leves. Infórmate aquí
Cuida la alimentación y vida saludable. Es muy importante que niños y niñas tengan una nutrición óptima para enfrentar una enfermedad respiratoria. En invierno también es importante estar activos y mantener una alimentación rica en frutas y verduras. Cualquier actividad que elijan para hacer ejercicio es buena, sólo recuerda que es importante mantenerlos secos y abrigados cuando salen afuera.
No olvides ventilar tu casa todos los días para renovar su aire.
DETECTAR ENFERMEDADES
Cuando los niños y niñas están enfermos(as) tienen un aspecto diferente y su conducta cambia; dejan de comer, están más cansados, están más llorones o más irritables. Algunas veces, cuando un niño y niña se siente enfermo, dice que le duele el estómago o que no se siente bien.
Los signos de enfermedad son:
* Decaimiento y falta de apetito, especialmente en bebés pequeños(as).
* Mejillas rojas, la piel caliente y seca, escalofríos y transpirar mucho pueden corresponder a fiebre: Tómele la temperatura.
* Apariencia triste.
* Ojos brillantes.
* Vómitos.
* Diarrea.
* Puede estar pálido(a) o tener la frente fría.
* Puede estar irritable o llorón(a).
* Puede parecer cansado(a) y sin energías o dormir más de lo acostumbrado.
ABORDAR ENFERMEDADES
Si piensa que su hijo o hija está enfermo(a):
* Haga que descanse.
* Si tiene fiebre, la piel caliente, no lo abrigue más ni le ponga frazadas.
* Si se queja de dolor de estómago no lo obligue a comer.
* Consulte a su equipo de salud si el niño y niña persiste así o si ve que empeora.
Consulte, no se automedique ni menos automedique al niño o niña. El primer signo de alerta es que el niño/a comience con fiebre, dificultad respiratoria o dolor de oídos después de algunos días de haber comenzado el cuadro, o una fiebre que comienza con los síntomas respiratorios, pero que se mantiene más de 72 horas. Prefiera un doctor/a que conozca a su hijo/a para que no lo sobre medique.
No abuse de antibióticos. Cuando se presenta un resfrío, primero es importante diferenciar si se trata de una infección bacteriana o viral.
Papá y mamá son importantes. Es importante que, según sus posibilidades, ambos participen en acciones de prevención, asistan juntos al médico cuando es necesario y se apoyen mutuamente asumiendo en conjunto las tareas de cuidado.
A disfrutar. En la mayoría de las casas, la televisión se convierte en la entretención principal. Si van a ver televisión busca programas que apoyen a tus hijos/as en su desarrollo, conversa con ellos sobre lo que vieron, úsala como una herramienta de apoyo para su crianza y desarrollo. Y puedes encontrar muchas opciones para entretenerte en nuestra sección Actividades para compartir
Más información en el capítulo “Desarrollo Físico” de Nadie es Perfecto